Demanda al Estado ante CIDH
* Dra. Acosta con apoyo del Cenidh señala al griego Tsokos y al cómplice de éste como autores intelectuales del crimen. Luis Alemán | laleman@elnuevodiario.com.ni
La doctora María Luisa Acosta demandó al Estado de Nicaragua ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, porque según ella, se le negó el acceso a la justicia por cuanto no se juzgó al griego Peter Tsokos y al abogado de éste, Peter Martínez, señalados por ella como los autores intelectuales del crimen de su esposo, el ex presidente de la Cámara de Comercio de Bluefields y catedrático universitario, Francisco García Valle. El crimen de García Valle ocurrió el 8 de abril de 2002. El cadáver fue encontrado en su casa ubicada en el barrio Santa Rosa. Estaba atado de pies y manos y presentaba un impacto de bala en la tetilla izquierda. Por ese crimen, el jurado de conciencia que conoció el caso encontró culpables a Iván Argüello y a Wilbert Ochoa, los únicos que fueron procesados, porque Tsokos y Martínez, fueron sobreseídos definitivamente por Julio Acuña, Juez de Distrito Penal de Bluefields.
Apoyada por Cenidh
"Yo sigo exigiendo justicia", afirmó la doctora Acosta, tras confirmar que con el acompañamiento del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, acudió a la Comisión Interamericana de Justicia, porque el Estado de Nicaragua no supo adoptar las medidas que le garantizaran el acceso a la justicia. Según la doctora Acosta, las autoridades judiciales que siguieron el proceso judicial contra los autores materiales del crimen de su marido, obviaron una serie de pruebas bien fundamentadas por los especialistas de la Policía Nacional, y que vinculaban en el crimen a Tsokos y Martínez. El arma que usaron los criminales para matar al García Valle era propiedad del abogado Peter Martínez, representante legal de Peter Tsokos, detalló la doctora Acosta, al afirmar que el proyectil que fue encontrado en el cuerpo de su esposo fue disparado con la pistola Lorcin calibre 25 serie 332358, propiedad de Martínez, pero, además, Iván Argüello, uno de los condenados y quien realizó el disparo, era guardaespaldas de Tsokos. "Se condenó a dos autores materiales que tenían vinculación estrecha con Peter Tsokos y Martínez, pero el juez Acuña no estableció ese vinculo que fue probado por las investigaciones policiales", afirmó la abogada Acosta.
Dice que juez se parcializa
Para la doctora Acosta, el judicial que llevó el caso de su esposo se parcializó a favor de Peter Tsokos y del abogado de éste, Peter Martínez, al punto de que cuando se entregaron las pruebas policiales que confirmaban el vínculo con el crimen, el judicial las rechazó afirmando que no las había pedido, y hasta amenazó al policía investigador cuando insistió en la importancia de las pruebas. El abogado Norwin Solano, miembro del equipo jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, explicó que los ciudadanos que sienten que a nivel interno de un país se le negó el acceso a la justicia, tienen una forma complementaria para exigir justicia, a través de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Una puerta abierta
La doctora Acosta tiene esperanzas en que las personas que ella señala como autores intelectuales del crimen de su marido sean llevados a la justicia, porque nunca fueron juzgados por ese crimen.
"Que juzguen a Tsokos y a Martínez en el caso de mi esposo", señaló la doctora Acosta, para quien existe una puerta abierta por donde se puede presionar un juicio contra los presuntos autores judiciales.
Explicó que la doctrina de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos tiene lo que se llama cosa juzgada fraudulenta, "que es cuando se obtiene algo por medios irregulares. Cuando eso ocurre (la sentencia) no es válida, y por lo tanto es una cosa juzgada fraudulenta" explicó.